07 septiembre 2009
Me siento bien
Me siento bien. No pensaba que sería así. Ayer lo hice y sinceramente... no me sentí sucio. No sentí que traicionaba a nadie. Al contrario, sentí que era lo que debía hacer. Y me quedé con ganas de más. Supongo que ha ido en mi naturaleza siempre y que ahora es cuando estoy realizándola.
No creo en el amor. Hoy por hoy no creo. Y por eso, dejo de actuar como enamorado. Pues uno hizo planes en papeles, y salieron volando en cuanto dejó la ventana entreabierta. Por eso ahora me siento bien, por hacer lo que quiero, por pensar con el instinto, es decir, por no pensar, sino vivir. El amor no está presente, se fue. It's gone.
Y no, no traiciono, ni a mi ni a nadie. Al contrario, me siento reafirmado, con ganas de seguir viviendo a tope y sin penas, sin que nadie piense que lo que yo debía hacer era estar triste. Triste por abandono. No. Para mi eso es una rendición y yo no quiero conocer esa palabra. Yo proyecto innacabado constante pero nunca proyecto no empezado. Al menos se intentará siempre. Por ello, ahora quiero actuar en lugar de meditar.
Prudencia. Esto es sin embargo lo que estoy aprendiendo... que hay que vivir en la prudencia, la discrección. Que debo ser comedido y esconder mis sentimientos. Exponerlos sólo traera parecer lamentable. Y ser más débil a las agresiones del tiempo. Estoy aprendiendo palabras nuevas para mi, mi vocabulario se amplia ante esta ¿crisis? de identidad. Se que tengo mucho que aprender. Soy joven y de hecho tengo ganas de hacerlo. Sólo digo una cosa: voy a seguir haciendo cosas que nunca he hecho. Quiero tener muchas primeras veces que ahora son anotaciones pendientes. Quiero dejar el remordimiento atrás, la suciedad que uno siente en el cuerpo cuando cree hacer lo que no debe. No es que quiera...es que lo deje atrás ya.
No creo en el amor. Hoy por hoy no creo. Y por eso, dejo de actuar como enamorado. Pues uno hizo planes en papeles, y salieron volando en cuanto dejó la ventana entreabierta. Por eso ahora me siento bien, por hacer lo que quiero, por pensar con el instinto, es decir, por no pensar, sino vivir. El amor no está presente, se fue. It's gone.
Y no, no traiciono, ni a mi ni a nadie. Al contrario, me siento reafirmado, con ganas de seguir viviendo a tope y sin penas, sin que nadie piense que lo que yo debía hacer era estar triste. Triste por abandono. No. Para mi eso es una rendición y yo no quiero conocer esa palabra. Yo proyecto innacabado constante pero nunca proyecto no empezado. Al menos se intentará siempre. Por ello, ahora quiero actuar en lugar de meditar.
Prudencia. Esto es sin embargo lo que estoy aprendiendo... que hay que vivir en la prudencia, la discrección. Que debo ser comedido y esconder mis sentimientos. Exponerlos sólo traera parecer lamentable. Y ser más débil a las agresiones del tiempo. Estoy aprendiendo palabras nuevas para mi, mi vocabulario se amplia ante esta ¿crisis? de identidad. Se que tengo mucho que aprender. Soy joven y de hecho tengo ganas de hacerlo. Sólo digo una cosa: voy a seguir haciendo cosas que nunca he hecho. Quiero tener muchas primeras veces que ahora son anotaciones pendientes. Quiero dejar el remordimiento atrás, la suciedad que uno siente en el cuerpo cuando cree hacer lo que no debe. No es que quiera...es que lo deje atrás ya.
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