06 septiembre 2009

Carta a una superstar

Te hice fuerte. Cree a un monstruo. Cogi a una persona sin querencia a sí mismo, que dudaba de todo y sobretodo de sí misma en primer lugar. Y consegui generar un ego de campeonato. Que se creyera realmente que en ella estaban todas las virtudes que ni por asomo creía ni yo mismo que tuviera.
No sólo eso, sino que hice cambiar el ambiente en torno a ella, la dí distinción, es decir, la hice distinta del resto y especial, para que ella misma tuviera un valor. Conseguí alejar de ella todos los rumores muchos ciertos acerca de su personalidad, debido a la gente con la que se rodeaba. Conseguí hacerla única en el mundo y eso fue cavar mi propia tumba.
Un día te diste cuenta de que podías sola, de que no me necesitabas. Y se acabo. Precisamente porque alimente, cebe hasta el extremo a tu propio ego, hasta el punto que acabaste creyendo que en ti residia la belleza, la moda, la inteligencia, la espiritualidad, la constancia, el sacrificio y el compromiso.
Y lo que te pasará ahora lo dudo. Porque algún día descubrirás que todas esas cualidades asignadas por decreto ley no están en ti, al menos no están cómo tu crees que están. Tengo la maldita sucia intución de que yo te he creado así y que tarde o temprano sin mí al lado serás incapaz de tirar adelante.
Creo que un día me vendrás llorando y suplicando, diciendome que vuelva a tu lado y yo abre adoptado a otras princesitas con ganas de comerse el mundo a mi lado. Y tú llorarás hondo por darte cuenta de lo que perdiste. Ahora no te das cuenta, pues estás cegada por tantas cosas... pero tus formas y tus modos de actuar hacia mi son los que han delatado que eres la misma que un día rescaté de la frialdad de tu ambiente, de la falsedad de las calles que frecuentabas y que ahora retomas.
Supongo que mi carta de poco vale ya. Me hubiera gustado seguir adelante con el proyecto que teníamos juntos pero ahora no puedo más que mirar hacia otro lado... como tú me has obligado a mirar. Por primera vez en mi vida no soy yo quien toma una decisión sino que me han obligado a tomar este camino. En la vida hay dos posturas ante la penuria: reforzarse y que so sirva de acicate para trabajar más duro en ser feliz, o mirar hacia otro lado, coger el camino del pasotismo y dar nuevos pasos en otro camino. Y tú has elegido este último.
No deseo que lo pases bien, es más, lo que deseo con todas mis fuerzas es que me valores como me merezco. Porque no te has dado cuenta de lo que has perdido sinceramente. No tienes ni idea.

Un beso del que te hizo crecer.

No hay comentarios: