Independencia.

¿Quién cree en la independencia?
La independencia de los medios de comunicación es a todas luces imposible. No aguanto la parcialidad ni para un lado ni para otro. Es flagrante. No es comunicación, es más bien como el juego del “teléfono estropeado”: Del origen la información sale perfecta, en sintonía, con todas las palabras... en destino la información sale maleada, dando la consigna a su público, retocada. Que no lo llamen información, que lo llamen propaganda.
La independencia de las personas. Espera que me echo a reír. Cuando alguien dice que quiere ser objetivo a pesar de las razones que le hacen elegir una u otra postura, prepárate a correr. Luego ya está como esa persona venda su mensaje, pero desde luego que objetivo ya te digo que no es. Evidentemente no es lo mismo quien impone sus ideas a quien mete cuñas electorales con sigilo, y más si lo hace con una sonrisa. Yo conozco a una persona que es de lo más farsante que encuentras: a la cara te dice lo que quieres oir para que cuando tenga que convencerte de algo creas que es lo mejor para ti, a la espalda no le importa más que sus ideales y hacer que la gente vaya por su camino. Un rey de la información, todo un mass media.
La independencia de las instituciones: ¿Dinero de por medio? Olvídate de ser independiente. Así de claro. Todo asalariado será empleado de un jefe. Y todo jefe de otro jefe. Así hasta llegar al summum de los jefes en la empresa o institución, y el jefe de este es el dinero. Y por en medio del camino además hay que tener en cuenta que cada jefe tendrá sus propias ideas que tratará de hacer respetar a los que abajo están, por lo que el calidoscopio de la institución sólo dejará ver colores muy similares. Parece exagerado pero ¿quién toserá a las decisiones de su jefe? Por eso, no puedo creer en la independencia de los medios, por su ser empresa. Al final, quien paga es quien decide y quien piensa arriba, lo propaga abajo.
Ser independiente supongo que se queda para el ámbito privado, pero, seamos sinceros: ¿independiente es ser, existir, pensar? ¿Quién no piensa en cierto modo por lo que le han enseñado como bueno, como malo, de aquello que le dijeron que huele a corrupción o de aquello que le dijeron que sabía a intenso chocolate blanco? La experiencia adquirida.En el fondo ser independiente se confunde con llevar la contraria, con dar el cante. Yo creo que andamos confundidos. Ser independiente es algo muy complicado, tanto que no soy capaz de definir. Definamos y usemos algo mucho más sencillo: dependencia. Quizá otro día.