11 abril 2008

Dar la espalda a quien te encumbró

Los rumores de las últimas semanas en esa guerra civil que pronosticaba hace un mes exactamente en el Partido Popular sitúan a Esperanza Aguirre al frente del partido, haciendo oposición al pobre Mariano.
Al pobre Mariano y lo digo así porque es un pobre hombre que no sabe muy bien le vienen pero se las meten dobladas, le quieren levantar el puesto y ni se inmuta. Lo malo no es que no se inmute, sino que ante la “batalla de ideas” que yo también creo necesaria (por una vez le daré la razón a Esperanza) él responde con la ausencia, la falta de confrontación, la huida... eso no deja de ser preocupante.
Sin embargo, este post quiere incidir en la figura de Esperanza como persona aprovechada, rastrera, inoportuna y radical. Una persona muy egoísta que no hace labor de partido. Que no era nadie hace 5 años cuando la pusieron de candidata para la Comunidad de Madrid. Que necesitó de dos tránsfugas para poder hacerse con la Presidencia de la Comunidad, perdiendo una mayoría literalmente “hecha” con Gallardón. Que no ha dudado en cargar contra Gallardón en todo momento, sin respetarle, atacándole en el momento más inoportuno, un Gallardón que le hizo ser lo que es ahora, pues su figura es conciliadora en toda la Comunidad. Y una Esperanza que lleva desprestigiando a Gallardón durante meses.
Ahora lo último de esta señora es salir en el foro de un periódico (¿no tendrá reuniones internas suficientes como para tener necesidad de airear trapos sucios en un periódico?) para intentar autoproclamarse candidata para la opinión pública. Un día antes de un debate por la Presidencia del Gobierno en el Congreso. A todas luces, inoportuna. ¡Qué interés tendrá! Creo que es una de esas personas saciadas de poder, que les transforma (no se como era antes pero si veo como es ahora) y que les emborracha, y los borrachos dicen muchas tonterías...
Pobre Mariano y pobre Don Alberto. Se les ve que son honestos. Otra cosa no, pero son (parecen bueno) honestos. No hay detrás suyo ese halo de maldad que si se atisba en otros muchos. No diré que sean los candidatos ideales, pues ya se sabe que “en la vida real siempre gana el coyote al correcaminos” (Palabra por palabra-Marwan) pero son buena gente.
Hoy estoy de mala leche. Hoy veo que la gente es muy desagradecida, especialmente con las personas que más bien les han hecho. ¡Cómo nos gusta tirar piedras a quien nos ha dado de comer! Alguien dijo que la línea que separa el amor del odio es muy delgada, muy fina.
Tengamos cuidado con no cruzar la delgada linea para no ser injustos con quien nos hizo como somos ahora, con quien nos moldeó y nos encumbró.

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