09 abril 2008

Inmigración: problema o virtud.

Partamos de la base de que en sí mismo, ningún concepto palpable es malo o nada es bueno con rotundidad. Hombre sí, la paz es buena, el fin del hambre es bueno, pero no dejan de ser quimeras, concepto impalpables, que no se pueden tocar... al inmigrante se le puede tocar, sentir, hablar con él. Y no es bueno ni malo, ni debe generalizarse... pero se hace.
A priori, no me considero racista. Supongo que ante este tema es la carta de presentación que todo lector desea, para seguir o no seguir leyendo. No me considero racista, pero muchos me obligan a serlo. La cosa se complica, parece...
La inmigración, si fuese bien entendida, no puede ser para mi más que una virtud. Personas que en su país quizá no tienen una vida agradable, vienen a España a integrarse, a mejorar su vida y a hacer de su vida mucho mejor, y de esta manera, hacen mejor al país que les acoje. ¿Qué hay de problema en esto? Ninguno. Es perfecto. Todo el mundo se beneficia. Además, es cierto que trabajo hay para todo el mundo, y si no, se inventa. ¿O no es España el país de uno trabaja y el resto mira?
Pero sin embargo, sabemos que no es así. No es tan idílico. El inmigrante en muchos casos viene a España, buscando una vida mejor, pero sigue con sus clichés de su país. Primero la pillería y luego el trabajo. Con esto se ha conseguido mucha injusticia y clasificar a muchos inmigrantes. Y no me gusta hacerlo, pero lo hago en mi vida de cada día.
Actitudes: Tirarse en un parque con una botella durante horas, creando auténticos ghettos en los parques, en bares, en escuelas incluso..., vivir hacinados en una casa varias familias, pegar voces por las calles mientras van borrachos a plena luz del día, mirar mal al autóctono, robos, carreras sospechosas...
Es cierto que no es bueno generalizar y por eso, también quiero “lanzar una lanza” (como dijo un locutor de radio un día... que ridículo...) a favor de muchos de ellos que vienen aquí realmente a ganarse el pan en trabajos muy jodidos: la construcción, fregando escaleras, tiendas 24 horas,... ya va siendo hora también de que inmigrantes tomen otros puestos de poder. Además, creo que dentro de muy poco viviremos la segunda generación (no ya la que viene, sino la que nace aquí) y cambiarán las cosas como en países europeos como Francia, Bélgica...
Y es que nadie se queja de los chinos (todo el día currando), de los negritos (realmente es sorprendente, parece que todos los que vienen del África negra son buena gente), de los argentinos,... la gente se queja de morillos, peruanos,...porque muchos no vienen para ganarse el pan, sino para vivir aquí como se vive allí, aunque tengan que por ello no ser nada en la vida o jamás se integren... pero bueno, no generalicemos.
Eso sí me duele y rompe mis planes. Aquél que quiera mejorar España que sea bienvenido, y aquél que no, que no venga. Lo siento. Confío en que nadie me llame racista, pues no lo soy, pero creo necesaria esta reflexión.

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