03 abril 2008

Primavera! ainss!

Primavera, primavera (Mama Ladilla dixit)...
Madre mía, ¡que calorcito! ¡Cómo me gusta! Llevaba unos días ausente de mi cita con el blog pero es que la verdad, en mi vida últimamente no pasa nada, no hay nada que contar, por mi cabeza no hay nada más que pájaros primaverales y por eso, hoy quiero hablar de ese nacimiento de las florecillas en la primavera.
Seamos francos y sinceros ¿qué es lo que más te gusta de la Primavera? Pues evidentemente y sin dudarlo lo diré: las mujeres. Cuando llega la primavera me enamoro 100 veces al día, cada vez que me cruzo con una chica guapa, cada vez que un escote te deja a entrever algo, cada vez que hay una mínima mueca que insinua algo...
Me encanta la primavera, yo creo que incluso más que el verano, porque la primavera tiene ese toque de novedad: nuevo vestuario, nuevos estilos, nuevas personas que fijarse por la calle, gente que crece, gente que deja descubrir algo nuevo, que ha madurado durante el invierno... un invierno frío.
Y ya lo dice el refrán que “la primavera la sangre altera”. Yo sin embargo sigo como siempre, tranquilamente, en mis cositas, y sin prestarle especial atención a nada nuevo. Pero eso sí, ya empiezo a notar el poderoso influjo de Doña Primavera que llega con fuerza, con esas nuevas chicas que quieren despuntar. ¡Qué bello es vivir! Ainss.
Y es que todo hay que decirlo, no hay perfección mayor que la de la mujer. Yo siempre lo digo, jamás podría ser gay, porque estoy enamorado de la belleza femenina. Me declararía feminista incluso de lo enamorado que estoy de la mujer. Si naciera chica, me gustarían las chicas. Lo tengo claro. No me imagino una existencia sin ellas, sin esa maravilla para la vista, esa coquetería, ese detallismo, ese gustarse...
Las hay de todos los colores, gustos, formas y pensamientos, pero hay que admitir que no seríamos nada sin vosotras. Bueno sin vosotras, y ¡sin la primavera! ¡Gracias chicas!

No hay comentarios: