OT: del pais de la piruleta al de la puñalada trapera

Lo de OT en sus 6 ediciones ha sido una transformación brutal. Poco queda de aquel cándido programa de TVE en el que los "triunfitos" se desgallitaban para ganarse un sitio en el panorama musical. Un programa en el que realmente nos emocionabamos con la canción de turno. En el que los sentimientos estaban a flor de piel. En el que la familia se sentaba junta, enfrente de la tele, como nunca en mucho tiempo lo había hecho, uniendo a padres, hijos y abuelos.
¿Qué queda eso? De los triunfitos hemos pasado a la "Generación OT" que nos quiere vender Telecinco, donde esto es poco más que un Gran Hermano con karaoke, donde importa más la inclinación sexual exótica de sus miembros que las capacidades de sus cuerdas vocales, donde se intenta montar polémica constante con guiones teledirigidos. Un programa que al más puro estilo Cronicas Marcianas (gritón, exhibicionista, maleducado...) desune familias y alcanza cotas de audencia durante las nominaciones y no durante las actuaciones, que acaba con nocturnidad y alevosía, una teletienda de sus patrocinios,...
Donde el que canta no es más que parte del espectáculo y del dinero generado. El cantante dura lo que dura el concurso. Muerto el perro se acabó la rabia. Estos chicos sólo valdrán para navegar de plató en plató y alguno ni eso.
¿Dónde quedo la inocencia? Se perdió en el traslado desde Torre España a Fuencarral, en el trayecto que dista TVE y Telecinco. Tele5, esa cadena que convierte en mierda cara todo lo que pilla. Y es que a la gente le gusta que le entretengan, no tener que pensar nada delante de la tele, y eso Tele5 lo hace a la perfección. 0 neuronas gastadas.
Donde quedo la elegancia del putero Carlos Lozano frente a la niña gritona de Jesús Vazquez. ¿Premios a este tipo? Como actor de un teatrillo desde luego que vale... como presentador y conductor de un programa sin conducta ni conducción desde luego que no...
Me da asco este OT6 si lo comparo con OT1. Sin embargo, tengo ganas de verlo sólo por reirme de los 4 insensatos de turno, mirar a las 4 cachondas habituales y cagarme en los otros 4 niñatos consentidos.