Un nuevo día de hastío.

Necesito desahogarme. Y quizá esta es de las pocas maneras que puedo hacerlo sin molestar a nadie. No creo que nadie lo lea, así que me da igual abrirme hasta límites insospechados.
Estoy jodido nuevamente. No me apetece hacer nada. Estoy hastiado. Harto. De todo y de todos. Hoy no tengo ilusiones con las que desilusionarme. Simplemente estoy harto.
En el trabajo no veo ningún futuro. Miro más allá de Diciembre y no veo NADA. Y ni siquiera me preocupa, ni me motiva a seguir ni a mejorar... Me dejo en las manos de la dejadez. Ahí duermo plácidamente, estoy cómodo en el no hacer nada aunque sea una auténtica mierda. Mal profesional.
En relaciones sociales, pues en 15 días me quedo sin amigos en el trabajo pues les largan. Con mi novia/amigos en la misma normalidad de siempre... bueno, con algún amigo cada vez menos trato... cada vez vamos tomando caminos diferentes más aún.
Ayer me dijeron que no tenía vacaciones, es decir, tengo días de vacaciones pero no tengo donde ir ni con quien ir a ningún sitio. Con mi novia hay problemas para ponernos de acuerdo para ir a la playa y con mis amigos ni nos planteamos ponernos de acuerdo en fechas, es una utopía. Necesito como decía ayer un alma gemela, un yo en masculino o en femenino que quisiera hacer planes conmigo para este verano... que tuviera dinero, que tuviera tiempo, que tuviera ganas y que tuviera iniciativas. Me veo en Madrid tirado en la cama en mis propios días de vacaciones... perdiéndolos literalmente. Esa es la mayor desilusión actual.
Y así con todo... sumo y sigo, sumido en la siguiente situación. Arrodillado ante la vida, aburrido, dormido, ni asustado siquiera, pues estoy impasible ante mi desesperanza. No me quiero poner poético. Simplemente necesito desahogarme ante una realidad que me consume la alegría.
La última es la de las vacaciones en Madrid. No acabo de ver la luz al final del túnel. En fin. Paciencia...