24 junio 2008

5 para nada.

5 años. 5 años de mi vida dediqué a estudiar una carrera. Y nada de lo que estudié en esa carrera me es válido hoy en día. Estudié una carrera y me tratan igual que si tuviera un módulo de grado medio o una FP. Soy el último mono. Y yo no estudié para ser el último mono.
Todas las pamplinas que me enseñaron no son útiles. A nadie le importan y nadie las valora. No soy nadie profesionalmente. Y tras estos años me doy cuenta de que he fracasado en el rumbo que escogí. Y que tampoco se coger ahora mismo otro rumbo pues estoy atenazado. No se que quiero, no me encuentro.
Yo pensaba que iba a ser muy bonito todo esto. Que era muy bueno que mi hobby fuera mi profesión. Pero me doy cuenta de lo poco que encaja conmigo todo esto. Y sin embargo, no se que encaja conmigo.
Yo creía que triunfaría, que la gente vería en mi cosas que parece que sólo yo veo en mí. Que vería que soy útil, que quiero aprender... pero me encontré con un mundo lleno de tiburones y de dineros, de lugares donde la persona vale 20 o 30 según su experiencia y sus habilidades de regateo. Donde te dicen a y luego es b, o ni siquiera b, lo mismo es z. Algo totalmente diferente al planteamiento inicial.
Ya me imaginaba que la jungla era así de tenebrosa, pero no me imaginaba que yo, león donde los haya, no sabría ser el rey de la jungla. Y me doy cuenta que el león es león porque avasalla al resto, no porque imponga más su cabellera, no porque sea el más rápido y mejor cazador, no porque su rugir se escuche en todo el valle... sino porque tritura, devora, despedaza a la presa. Porque le tienen miedo, porque es un depredador, el número 1 en su clase.
Ahora veo que no se lo que quiero. Que no soy capaz de siquiera imaginar por donde tirar en un año vista. Que tengo miedo. Mucho miedo del futuro.
Me doy cuenta de que tengo más miedo del que vendrá que de la muerte. La muerte no me da miedo. Me da miedo la gente que se queda donde otro muere. Y me da miedo los que viven en muerte, los que viven como si estuvieran muertos. Pero no la muerte. Y sí el futuro.
Ahora, se supone, debería hacerme planteamientos serios acerca de lo que quiero. Pero no soy capaz de organizar en mi cabeza nada coherente. Ya le he dado demasiadas vueltas a la cabeza. Una más no serviría de gran cosa. Supongo que queda conformarse, ir tirando... y que lo que tenga que llegar, me llegue.
No estaría de más estar alerta. Ante lo que pueda venir. Pues la suerte como siempre he dicho no se tiene, se busca. Tengo que buscar.


Una vez más...la magia del blog. Empiezo con una cosa y acabo haciendome planteamientos filosóficos acerca de la vida...

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