18 agosto 2008

El equilibrio cabezacordigenital

Este equilibrio se basa en la conjunción correcta de los tres motores de nuestro hacer: la cabeza, el corazón y los genitales.
Por supuesto, para la definición de este equilibrio me refiero al genero masculino y heterosexual al cual pertenezco y al que creo conocer su funcionamiento por la experimentación llevada a cabo en mi mismo. Al genero femenino pudiendo ser validas las conclusiones desarrolladas en este escrito, no han sido probadas en seres humanos sino que tan sólo son suposiciones y teorías. En cuanto a los sexualmente inclinados a la homosexualidad no tengo ni idea de cómo de acertadas son estas conclusiones por desconocimiento absoluto.

El equilibrio de un ser humano parece que se encuentra en situarse en el punto justo en el que cada uno de estos motores es válido y acertado. La virtud está en el término medio y más en este caso en el que las decisiones y hechos desencadenados en la vida del ser dependen de lo decidido por este equilibrio. Por tanto, el equilibrio perfecto es el punto medio del triangulo que conforman la cabeza, el corazón y los genitales.
Cuando una persona tiene un equilibrio perfecto cabezacordigenital se le supone más feliz, más coherente, más (hablando redundantemente) equilibrado. Se le supone como ser humano, pero a su vez la cultura en la que vive y la moral adquirida a lo largo de los años pueden hacer que un ser, equivocadamente a lo establecido idealmente, sea infeliz en el punto medio del triángulo, o que sea tremendamente feliz en uno de los extremos.

La persona que pone su equilibrio tirando al extremo de la cabeza, pensará fríamente cada una de las decisiones que tome en su vida. Será una auténtica maquina de hacer dinero, un auténtico trepa, un ser antisocial o un ser sin escrúpulos en lo que todo debe tener una utilidad o un fin.
La persona que pone su centro en el extremo del corazón, acabará hundiéndose por todos los demás que no lo pusieron en ese lado. Será un ser extremadamente sensible y débil, poco reproductivo y poco elegido por los del sexo contrario, frágil ante las agresiones externas y tremendamente influenciable. Sin embargo esta persona sólo se hará daño a si misma.
La persona que deja su equilibrio en el extremo de los genitales pensará siempre y en todo lugar en como mejorar su función meramente reproductiva: buscará una imagen ante todo y ante todos, empleará un lenguaje en el que estará muy presente lo sexual, será un ser social en el que se relacionará con aquellos que considere atractivos y tomará decisiones impulsivas y sin premeditación... dejándose lleva por lo que el genital le marque.

La combinación de dos extremos dejando de lado al tercero de ellos provocará seguro consecuencias incontrolables y tremendamente sádicas como un equilibrio cordicabeza (una persona despreocupada de su imagen y que con su trabajo proporcione la vagancia de otros así como su desequilibrio), un equilibrio cordigenital (una persona en la que lo meramente reproductivo se entremezcla con sentimientos engañosos de enamoramiento constante) o un equilibrio cabezagenital (o como ser una maquina reproductiva a base de aplastamiento sobre los demás de la especie con maldad y premeditación).
Evidentemente, en todo esto hablamos de extremos, no de personas que ligeramente han decantado su centro hacia algún lado. La gran parte de la gente tiene un cierto desequilibrio, cifrándose los desequlibrados extremos en un pequeño porcentaje similar al de aquellos que encontraron el equilibrio perfecto.

La persona que finalmente encuentra ese punto medio de equilibrio perfecto será desde luego irreprochable a ojos del resto de su especie, pero no por su imagen (como puede darse en el caso de un equilibrio sólo genital) ni por su inteligencia (como el que se deja en manos de la mente, de la cabeza) ni por su bondad (como el desequilibrado por el corazón) sino por su ser mismo, por su integridad y perfección.
Finalmente y sin lugar a dudas también es necesario indicar que para que estos resultados sean válidos debe tenerse las 3 capacidades en funcionamiento y a un rendimiento normal. Es decir, se debe tener capacidades. Existen personas que dichas capacidades no las tienen desarrolladas por lo que su equilibrio supone simplemente en vivir y no pensar, ni sentir ni reproducirse... lo que los convierte en seres más cercanos a otras especies. Este estudio tan sólo es válido en caso de estar en la media o por encima de ella de capacidades en los motores de la cabeza, el corazón y los genitales.

No hay comentarios: