19 septiembre 2008

Lucha a muerte contra mi realidad laboral

Quiero enfrentarme contigo. Te quiero derrotar. Quiero saber que es lo que quieres de mi. Llevamos al menos 2 años de combate. Y todavía no se de donde me vienen los puñetazos. Se que a veces me haces creer que soy superior y cuando me confío ¡zas! me has enganchado un derechazo increíble. Y entonces me siento totalmente inferior y derrotado, y me vengo abajo... pero tú nunca rematas la faena. No me quieres decir que es lo que buscas. Creo que simplemente buscas pelea. Buscas el placer de estar enfrentado, la tensión, las ganas de sangre... verme débil te produce excitación. Verme confundido, perdido, sin saber que camino tomar para vencerte,... te gusta, lo disfrutas realmente.
Y yo estoy cansado. Quiero salir airoso del combate a muerte que llevamos. Me juego la vida ciertamente contigo. Pues de este combate depende en muchas ocasiones mi felicidad. Y no merece la pena vivir si no se es feliz. Y yo quiero serlo.
Mi problema contigo es la constancia. Tengo muchas ansias de encontrarte el punto débil y ser reconocido mundialmente por esta victoria, pero sin embargo, tengo muchas ilusiones al principio pero se apagan a medida que veo que ganarte no es una tarea fácil. Cada parte del combate repite la misma historia: impetuosamente arreo unos zurdazos y derechazos acertados, tu te proteges quedando sorprendido de mis capacidades y luego poco a poco me voy apagando... en los pocos instantes que bajas la guardia aprovecho esa bajeza para asombrarte, pero es tu truco para mantenerte en tensión, es tu forma de decirme: “Si quieres, puedes vencerme”. Sin embargo, parece que no quiero. No encuentro la manera. Pierdo la ilusión y me dejo llevar por la dejadez y la vagancia, hasta el sonido de la próxima campana.
No es lo mismo ganarte a los puntos, que ganarte por KO. Y siento que ganarte a los puntos es lo mismo que firmar tablas. La mayor parte de tus combates los acabaste en dichas tablas. Yo sin embargo aspiro desde niño a ganarte por KO. A destrozarte. No soy conformista. Crecí rodeado de conformistas y jure y perjure no ser como ellos. Esa es la razón de mi cruzada. Ahora lo sabes. Por eso no quiero esperar y esperar. Por eso, estoy ansioso constantemente. Es mi sino.
El resultado del combate... el tiempo lo dirá. En realidad es la propia vida la que me responderá. Sinceramente, creo que el final de una batalla está cercano... y creo que ahora voy a meterte un golpe duro del que te vas a tener que recuperar muy mucho para poder hacer algo contra mi...así al menos lo espero.
La victoria por KO es muy complicada. Sólo unos pocos elegidos lo han hecho y yo creo que quizá es inalcanzable para mi forma de ser. Ya que soy un experto abortando ataques... pero si consigo esta constancia que me falta, junto con mi ilusión y mis ganas, junto con mi ansia y un poco de suerte... algún día se podrá hablar de mi como un hombre que tuvo éxito en su combate a muerte contra su realidad laboral.
Quien sabe.

No hay comentarios: