21 octubre 2008

Lesbianas casuales

He aquí una teoría que ancestralmente es conocida en el país del Big Ben como “The L Word casual Theory”. Y yo la llamo La teoría de las Lesbianas Casuales.Derribemos un mito: a los tíos no nos ponen las lesbianas. El que diga lo contrario realmente no sabe de lo que habla. ¿Qué hay más repugnante que dos tías andrógenas cogidas de la mano por la avenida? Sí, sí, lo se: dos tíos cogidos de la mano por la avenida demostrando su pluma...A lo largo de mi vida, en mis descubrimientos sexuales, en algún rincón de la Torá hebréa debí encontrar un pasaje en el que se me enseño esta gran verdad. Dos chicas juntas no pueden ser buenas. Algo falta ahí.Y mis amigos toda su vida han estado perdidos, desubicados, engañados... lo que ellos quieren no son dos tías lesbianas juntas (porque a las lesbianas no les gustan los tíos, y a los tíos no nos gustan las lesbianas) sino que quieren dos chicas que quieran tener un trío con ellos. Eso es lo que todos los tíos desean. Hay una confusión lingüística, llamamos lesbianas a algo similar... pero es muy distinto.La Teoría de las Lesbianas Casuales sustenta el morbo que buscan los tíos. Esta teoría dice que lo que realmente puede romper las barreras del placer en un hombre es dos chicas que quieran jugar, que se atrevan a pasar la barrera y los tapujos, y que se comporten por una vez en su vida como lo haría un hombre. Que por una noche en su vida piensen con sus genitales, que les gusten las tías por una noche, que no piensen en el mañana...Cuando en una noche de fiesta, corriendo el alcohol por las venas, se ponen los chicos y las chicas a jugar a esos juegos subidos de tono que todos hemos practicado y dos chicas se dan un piquito... ahí comienza la teoría a fraguarse. La teoría se basa en la casualidad. En cómo en medio de una noche de casualidad (yo diría noche de suerte) dos chicas se besan y quizá se quede ahí... pero ¿y si no? ¿y si es más que un simple beso en los labios? Eso es lo que a los chicos nos pone. No lo otro. Nos ponen dos chicas declaradas heterosexuales que pasan la barrera. En esa noche de casualidades, de locuras, de despropósitos... se puede fraguar la más fuerte experiencia sexual en la vida de una mujer. Nadie la conoce como alguien de su mismo género. Pero sólo será esa noche... no más. Mañana se despertará y querrá ser de nuevo lo que era, muchas incluso se levantarán con el tan manido recurso del ¿pero qué he hecho? y jurarán no decir nada de esa noche de lujuria que tuvieron...
Y esa noche... si un tío está presente, e incluso si un tío participa de aquello, entonces sí, será la historia más impresionante que jamás vivirá pues satisfaría el sueño erótico que todo hombre tiene, su sueño prohibido, aquél que nunca creyo realizar y que por eso le produce tanta satisfacción, necesidad, morbo y placer.
Y ese sueño no habla de lesbianas de ley, sino, como leí en esos pasajes escondidos, de lesbianas casuales. Así decía la leyenda “and that night will be the most awesome night in his life, the L. Word Casual Theory will make ‘The Unforgotten Night!’”

No hay comentarios: