05 noviembre 2008

Yes, we can.

Bueno, ¡mal empezamos! Ya estoy poniendo el eslogan de Obama como título de una columna que quiere reflejar el escepticismo ante el “change” que se supone abandera el candidato afroamericano.
La verdad es que el eslogan es totalmente acertado, muy sonoro, rápido de decir y de comprender. Todo un acierto. Realmente Obama ha debido mirar para su campaña al canal español Cuatro durante la Eurocopa con su “Podemos”, es decir “We can”. Y de momento, usarlo parece sinónimo de éxito.
Vamos a ver... ¿de verdad cree alguien que por mucho Obama, por mucho negro, por mucho joven y por mucho revolucionario y Hawaiano que sea el tipo, el cambio va a ser tan radical? Un país a años luz en lo político del nuestro (por delante) y a años luz en mentalidad social del nuestro (por detrás). Un país que no tiene cultura (perdone, ¿podría situarme España en un mapamundi?), que se mueve al son de los petrodólares (¿alguien no?), un país anquilosado en viejas tradiciones bárbaras como la pena de muerte o la guerra o la invasión de estados... realmente, un cambio radical es improbable.
Pero ciertamente Obama ha traído la ilusión a la vieja Europa. ¿Y por qué? Por varias razones, la principal la siguiente: parece que un candidato negro, joven, de origen humilde y de buen aspecto nos da una idea de renovación, de aperturismo, de... en definitiva lo que nos han vendido que es: CAMBIO. Pero ¿y si realmente es más de lo mismo? ¿y si este mete a España las mismas puñaladas traperas que el anterior? ¿Y si es tan incapacitado como sus predecesores o está tan atado de pies y manos por el dinero, la corrupción o simplemente la tradición y cerrazón americana?
En unos meses empezaremos a vislumbrar que trae este Barack que no traía George W. Espero y deseo que traiga cosas muy diferentes: apertura de miras en materia de exteriores, un nuevo modelo económico, ecología, igualdad de razas, paz... mucho pido, ¿no? Ojala al menos, en unos meses, no nos lamentemos todos de haber dicho que Obama traía respuestas y cambios, sobretodo cambios para bien, porque siempre quedará cambiar para mal. Ojalá no cambiemos pero para peor.
Sin embargo, todo hay que decirlo, ante estos eventos uno quiere mirar a su clase política, a la española, y pensar: ¡Cuánto George W anda suelto por aquí! ¡Cuanta persona que no está preparada para nada, que en la empresa privada se los comerían vivos! Realmente, me da pena pensar en lo poco preparados, lo poco inteligentes, lo poco cualificados que están los políticos de ambos bandos. ¿He dicho bandos? Sí, porque es tristemente así. Somos muy parciales, recibimos información sólo del lado que nos interesa... que pena realmente, que vivamos en una guerra civil no armada y constante. ¿Cuándo acabará? ¿Cuándo nos daremos cuenta de que las ideas de unos y otros no son diferentes? ¿Cuándo encontraremos la postura formada, imparcial, optimista? ¿Encontraré algún día mi hueco político?

No hay comentarios: